sábado, 28 de febrero de 2009

Nacionalización: pros y contras (Richardson)

Contenidos:

Introducción al artículo de Richardson
Los Pros y Contras de la Nacionalización Bancaria

I. Instituciones Financieras Insolventes
II. Pros y Contras de la Nacionalización
III. Comentarios de conclusión
IV. Estudio de Caso: Suecia

Reflexión final: la senda de los dinosaurios

- o O o -


Introducción al artículo de Richardson

Según se comentó, el camino de salida de la crisis, incluso el éxito de los planes de estímulo de la economía, pasan por sanear el sistema financiero. De modo singular pasa por sanear balances en Estados Unidos, y aún más en concreto, en sus grandes bancos. No es que el problema se limite a EE.UU., pero en Europa quizás no se tiene -llegado el caso- tanta reticencia a nacionalizar. Y lo cierto es que sin avanzar en el sistema financiero USA, el resto del mundo poco podrá hacerlo. El asunto es serio: ya es bastante grave que la economía real esté en recesión, pero lo que ya resulta sangrante es que incluso hogares y empresas solventes se vean abocados a la bancarrota o el cierre por no poder acceder al crédito.

Recientemente se ha escrito y debatido mucho sobre nacionalización de la gran banca USA planteándose que (1) sanearía el sistema y ayudaría a restaurar su función de intermediación crediticia y (2) impartiría justicia tanto entre los inversores que se equivocaron y entre los contribuyentes, que no tienen por qué avalar y/o bendecir dichas equivocaciones con su dinero.

Pero los mensajes y actuaciones que llegan desde la Administración sugieren fuertemente que no se hay disposición a nacionalizar a los grandes bancos, o al menos no todavía.

Varios autores que seguimos (Yves Smith, Shedlock, Krugman, Baseline Scenario, entre otros) han expresado recientemente su impaciencia, más bien su irritación y frustración a este respecto. Hay quien especula con motivaciones espúreas (connivencia entre banca y gobierno, tabús ideológicos...). Y todo ello resulta comprensible, pero al mismo tiempo siempre nos parecía que quizás no se ponderaban correctamente los inconvenientes objetivos de dicha medida. Algunos también han expresado esta misma reticencia. (Ver p.ej. Bill Gross en Alea).

En este contexto, el siguiente artículo podría ser la exposición más sobria y amplia que conocemos sobre los pros y contras de nacionalizar los grandes bancos USA. Como se verá, las ventajas potenciales son considerables, pero también son los posibles perjuicios. No nos equivoquemos: nacionalizar quizás sería el remedio último y supondría "el principio del fin" del enojoso credit crunch. Pero aquí estamos hablando de grandes dinosaurios bancarios. Y eso supone una diferencia. Con semejantes mamuts, nacionalizar no es una barra libre, no es ningún camino de rosas,. Es una decisión grave.

Adelanto que el autor de este análisis (camarada del profesor Roubini) plantea la decisión como si fuera un partido de futbol entre "nacionalizar" y "no nacionalizar", lo que en realidad plantea el dielema entre "nacionalizar" versus "zombificar". Una tercera opción, dejar actuar al libre mercado y que quiebre quien tenga que quebrar, sería muy tentadora pero en realidad no se contempla. El liquidacionismo del 29 y las consecuencias de la quiebra de Lehman Brothers descartan esa opción. Así pues: zombificación a la japonesa o nacionalización a la sueca.

Adelanto que el tanteo acaba 3-2 a favor de "nacionalizar". Pero como en el futbol ¡lo interesante son los "goles"!



Los Pros y Contras de la Nacionalización Bancaria
The case for and against bank nationalisation
Matthew Richardson © voxEU.org | 26-feb-09

El plan financiero del Secretario del Tesoro Geithner anuncia pruebas de resistencia [stress tests] sobre Instituciones Financieras Grandes y Complejas [LCFI, por sus siglas en inglés]. El inicio de estas pruebas está programado para esta semana. Incluirán estimaciones de las eventuales pérdidas debidas a impagos en una amplia variedad de activos.

Los analistas económicos ya han llevado a cabo dicha prueba en un nivel agregado. No salía un panorama agradable. Por ejemplo, Goldman Sachs estudió el conjunto de activos “tóxicos” en manos del sector bancario USA, tales como hipotecas residenciales de tipo ajustable [option ARMs], residenciales subprima, residenciales Alt-A, deuda por tarjetas de crédito, rehipotecas o préstamos con el hogar como colateral, créditos al consumidor para compra de coches e hipotecas comerciales. Las pérdidas esperadas se acercaban a los $900 mil Mills. Estas pérdidas le dejan al sector bancario muy poco margen de maniobra. Por consiguiente, existe una posibilidad real de que algunas LCFIs estén en bancarrota: el valor facial de sus pasivos excede el valor actual de sus activos.

I. Instituciones Financieras Insolventes

Si un banco es insolvente, hay tres maneras generales de atacar el problema.

La primera es el capitalismo desenfrenado de libre mercado. Siento simpatía por este punto de vista. Desearía que de algún modo nos pudiéramos imaginar una manera de permitir que el mercado trabajara y dejar que esas instituciones se cuidaran de sí mismas. Los accionistas, acreedores y contrapartes sabían los riesgos en los que se estaban metiendo. Después de todo ¿por qué se hacen seguros sobre algunas deudas, por qué tenemos préstamos colateralizados, por qué los activos de más riesgo merecen mayores descuentos, etc…? Pero cuando cayó Lehman Brothers, nos asomamos al abismo. Esto sería el equivalente a un Apocalipsis nuclear para el sistema financiero.

El segundo es ofrecer ayuda gubernamental al banco insolvente, de hecho para tirar dinero bueno sobre dinero malo. Esto es sancionar la toma privada de beneficios con la socialización de los riesgos. Desde octubre del pasado año, el gobierno ha seguido esta estrategia. Dejemos que los bancos vayan pasito a pasito, inyectándoles dinero aquí y allá para mantenerles a flote, y generalmente muy por debajo de los precios de mercado, con un coste muy alto para los contribuyentes.

No es una solución totalmente insensata. Bien puede haber una externalidad positiva en gastar dinero del contribuyente para salvar a unos pocos de modo que podamos salvar el sistema completo. Para economistas especializados en el campo de la banca, sin embargo, este enfoque suena familiar. En la década perdida de Japón en los 90, los bancos japoneses siguieron dando préstamos a firmas en bancarrota para no tener que asentar sus propias pérdidas, lo que tuvo como resultado que el gobierno sostuviera bancos zombis que a su vez apoyaban a empresas zombis.

Como ejemplo, consideremos el programa estrella de los programas de “barra libre”, el Programa de Garantía de Liquidez Temporal (TLGP), iniciado a finales de Noviembre de 2008. Por un coste del 0,75%, permitía a los bancos emitir bonos respaldados por el gobierno, es decir, esencialmente libres de riesgos. Los bancos han accedido a este mercado ¡en 97 ocasiones por valor de $190 mil Mills!

El mayor cerdito en la pila de pienso: Bank of America, 11 veces por $35,5 mil Mills. Pero le siguen muy de cerca JP Morgan con $30 mil Mills, GE Capital $27 mil Mills, Citigroup $24 mil Mills, Morgan Stanley $19 mil Mills, Goldman Sachs $19 mil Mills y Wells Fargo $6 mil Mills. Una correlación no demasiado sorprendente con sus respectivas pérdidas consolidadas (incluyendo entidades fusionadas), Bank of America $96 mil Mills, JP Morgan $75 mil Mills, Citigroup $88 mil Mills, Morgan Stanley $22 mil Mills, Goldman Sachs $7 mil Mills y Wells Fargo $115 mil Mills.

En términos de ayudarnos a avanzar hacia la salida de la crisis financiera, este programa presenta muchos problemas. Carga la misma cantidad a cada institución, de modo que difícilmente separa las instituciones solventes de las insolventes. Carga una prima que está muy por debajo de lo que estas instituciones podrían emitir en el mercado dados sus balances actuales, distorsionando el sistema. ¿No era este el problema que tenían Fannie Mae y Freddie Mac? Y hace menos probable poder limpiar el sistema de los activos tóxicos, porque estas instituciones pueden seguir manteniendo su “opción muy fuera de dinero”, esperando que aumenten los precios de los activos tóxicos. De hecho, el acceso a este capital les permite seguir manteniendo la apuesta original.

La manera final de afrontar la insolvencia es la nacionalización. Durante la semana pasada, ha habido mucho debate sobre si nacionalización es un término adecuado. Según una definición estándar de diccionario, es el hecho de transferir la propiedad del sector privado al sector público. Aunque esto es literalmente de lo que hablamos aquí con respecto a ciertos bancos, casi todo el mundo está de acuerdo en que el tipo de nacionalización que tendría lugar sería de carácter temporal. Así, si todo fuera según los planes, sería mejor usar la analogía del gobierno actuando como un fideicomisario que toma en custodia el banco [trustee in a receivership].

Dicho esto, realmente pienso que un término como nacionalización es una descripción apropiada. Es inapropiado pensar, como han sugerido cierto número de comentaristas, que ya hemos experimentado la nacionalización de bancos a través de la FDIC [Fondo de Garantías de Depósitos USA]. Por ejemplo, el último banco (y el número 39º de la crisis actual) que ha sido cerrado por los reguladores es el Silver Falls Bank of Silverton, Oregon. Tiene tres oficinas y activos por valor aproximado de $131 millones.

Ni qué decir tiene que Silver Falls Bank no es Citigroup, Bank of America, Wells Fargo ó JPMorgan, entre otros. La complejidad, tamaño y naturaleza sistémica de estas instituciones merecen un análisis más profundo.

El argumento básico para la nacionalización es que necesitamos una organización que facilite simultáneamente la reorganización de las LCFIs y que sea una contraparte fiable para todas las transacciones actuales y en marcha. La única con un balance adecuado ahora mismo es el Tío Sam. Pero no nos equivoquemos. Con la nacionalización de una LCFI, el gobierno es el propietario y el reclamante residual último. Una vez que nos hagamos cargo de la LCFI, hemos cruzado el Rubicón. La suerte está echada y no hay vuelta atrás.

II. Pros y Contras de la Nacionalización

Por consiguiente es necesario hacerla bien.

Modelo de “Banco Bueno – Banco Tóxico”. Nacionalización uno a cero.

Con el fin de tener una economía saludable, necesitamos un sistema financiero saludable, y para tenerlo necesitamos limpiar el sistema de activos malos. En otro caso, las empresas e instituciones solventes no tendrán acceso al capital necesario, y se prolongará la contracción económica.
Este es el principal beneficio de la nacionalización de algunas de las LCFIs. Bajo custodia gubernamental, es mucho más fácil separar los activos bancarios buenos de los malos, despojar la empresa de sus activos tóxicos y sus créditos con problemas. Esto es así porque las instituciones insolventes nunca darán ese paso. Si lo hicieran, ello por construcción les forzaría a la quiebra.

La manera en la que funciona es que los activos saludables y la mayor parte de las operaciones bancarias irían al banco bueno, junto con los depósitos. Algunos de estos depósitos están asegurados, otros (p.ej. propiedades empresariales y extranjeras) no lo están. Pero lo probable es que el banco bueno esté ahora tan bien capitalizado que no habría amenaza de que los clientes sacaran sus depósitos. El valor neto, es decir, activos menos depósitos, sería una reclamación que mantendrían los demás acreedores del banco, es decir accionistas, accionistas preferentes, tenedores de deuda a corto plazo y a largo plazo.

La meta sería reprivatizar el banco bueno tan pronto fuera posible. Después de todo, el propósito de la maniobra es crear instituciones financieras saludables que puedan comenzar a prestar de nuevo a instituciones que sean solventes. En casi cualquier resolución con éxito de una crisis financiera en otros países, este fue el camino.

Por supuesto, la parte delicada de la nacionalización es la gestión de los activos malos. Estos activos malos se trocearían en dos tipos: aquellos que requieren ser gestionados, como los créditos impagados en los que el banco está en posesión del activo subyacente, y aquellos que podrían mantenerse, como los tramos AAA- y subordinados de los títulos respaldados por activos [ABS]. Con respecto a los primeros, el gobierno podría contratar inversores externos con problemas o crear sociedades con inversores externos, como se hizo con el Resolution Trust Corporation en la crisis S&L.

Junto con el valor del banco malo, estos activos serían propiedad de los actuales acreedores. Con el tiempo, darían sus rendimientos a los diversos acreedores, según la prioridad de las reclamaciones. Lo más probable es que en la nueva estructura, las acciones existentes -normales y preferentes- fueran despojadas de valor y que la deuda fuera de hecho trocada en acciones. Bajo este escenario, es bastante posible, incluso probable, que los contribuyentes acabaran no pagando nada. Esto se debe a que, para las LCFIs, estos acreedores cubren bien más de la mitad de los pasivos.

Riesgo Sistémico. Nacionalización 1 a 1

El problema con la solución descrita es que le pasa todo el riesgo de la institución insolvente a los acreedores de la LCFI. Aunque esto sea justo en la medida en que los acreedores estuvieron recogiendo beneficios en tiempos normales, puede conducir al “problema Lehman Brothers”, esto es, ello podría crear pánicos a través del sistema.

¿Por qué Lehman Brothers provocó riesgo sistémico?

¿Fue por riesgo de contraparte, p.ej., miedo de estar en el otro lado de transacciones con swaps de tipos de interés, de impagos de crédito o repos? Este temor estaba bien fundamentado. Pregunten a cualquier fondo de inversión libre cuyos títulos hipotecados desaparecieron en las operaciones de brokerage preferente de Lehman en Reino Unido. Resulta muy claro que el gobierno tendría que respaldar cualquier transacción de contraparte y comprometerse públicamente con esta regla. Puesto que la mayor parte de éstas son operaciones sobre márgen y colateralizadas, no obstante, muchos de los activos se pondrían en evidencia en el Banco Bueno.

¿O fue por la deuda a corto plazo? El pánico en los fondos del mercado monetario fue directamente atribuible a las posesiones de papel comercial a corto plazo de Lehman que tenía el fondo Reserve Primary. Uno presumiría que en este caso sucedería lo mismo cuando la deuda a corto plazo de todas las LCFIs cuestionable se viera sometida a presión. Es muy probable que el gobierno pudiera tener que intervenir.

Comparada con la LCFI típica, Lehman tenía muy poca deuda a largo plazo. Para comprender si un colapso en la deuda a largo plazo de las LCFIs es sistémica, uno tendría que analizar la concentración de esta deuda a todo lo largo del sistema. Si se posee de manera generalizada, es muy improbable que tenga consecuencias sistémicas. Por supuesto, tendría efectos profundos en la financiación futura de estas empresas.

Si el gobierno ha de cubrir a los acreedores, o al menos a algunos de ellos, ¿qué hemos adelantado?

En el lado positivo, el sistema se habrá limpiado de activos.

Además, para minimizar el coste para los contribuyentes, no está claro que el gobierno tenga que intervenir. Si el gobierno es completamente transparente para con el mercado sobre quién es solvente, y por qué motivo, entonces el tipo de incertidumbre que rodeó la caída de Lehman podría mitigarse. Quizás, los pánicos sobre las acciones y la deuda de los bancos de septiembre y octubre de 2008 ocurrieron porque no hubo un mensaje claro del regulador.

Dicho esto, los hechos hablan más alto que las palabras, y, en un entorno dinámico en el que las condiciones cambian rápidamente, las firmas solventes pueden convertirse en insolventes muy rápido. Mientras que el gobierno necesita llevar a cabo un análisis de resistencia minucioso, consistente en todos los bancos grandes, para averiguar los puntos problemáticos, la única manera definitiva en que pueden prevenir un pánico bancario sobre instituciones solventes es respaldar a todos los acreedores de estas instituciones. Puede que el gobierno pueda ofrecer un descuento, garantizando un X% de la deuda. En cualquier caso, en este escenario, los acreedores de las instituciones insolventes no tendrían que ser protegidos.

El problema de los activos tóxicos. Nacionalización 2 a 1

Se ha argumentado que intentar implantar la nacionalización sería casi imposible porque no seríamos capaces de poner precio a los activos llamados tóxicos, difíciles de valorar. En realidad es todo lo contrario. En este momento el problema es que los bancos no desean vender activos al precio que el mercado está dispuesto a pagar por ellos. Si fuéramos bancos, tampoco querríamos venderlos. Mientras el gobierno nos ofrezca dinero gratis para continuar, ¿por qué no mantener la opción? La esperanza es eterna.

Pero seamos realistas. Los bancos compraron activos sin liquidez con riesgo de crédito usando fondos líquidos a corto plazo contra los cuales pedir prestado. Por asumir esos tipos de riesgo, los bancos recibieron como paga un sustancioso diferencial. Y en tiempos normales, ellos lo recogían. Pero no existe la barra libre en los mercados de capitales. En épocas malas y poco frecuentes, los activos sin liquidez, que pueden quedar en impago, van a verse gravemente perjudicados. No se perdona nada. Sería más fácil resolver esto en un contexto de custodia gubernamental temporal.

Por ilustrar este punto usando una analogía económica real, las pasadas Navidades Saks Fifth Avenue vendió sus líneas de diseño con un 70% de descuento. Las marcas de diseño y zapatos de boutique en Madison Avenue se levantaron en armas. ¿Cómo podían vender unos zapatos Manolo Blahnik de $500 por $150? Pues porque en esta economía, son zapatos de $150.

Además, la custodia temporal nos permite separar los activos sin tener que ponerles precio.

Gestionar una LCFI. Nacionalización 2-2

¿Tiene el gobierno la capacidad para gestionar un LCFI? En una conversación reciente, Myron Scholes me dijo que también estaba a favor de la nacionalización, pero siempre que durara exactamente 10 minutos.

Con literalmente decenas de miles de transacciones en sus libros, ¿quién va a gestionar una LCFI mientras sea una institución gubernamental, buen banco o mal banco? Ciertamente, nadie piensa en nombrar a Barney Frank o Christopher Dodd [congresistas USA habitualmente criticados por sus burdas equivocaciones en materia económica, N.del.T.] como Jefes Directivos de Inversiones en esas empresas, pero aún así sigue habiendo muchas preocupaciones. El gobierno puede ir y contratar profesionales como ha hecho con Fannie Mae, Freddie Mac y AIG. Pero gran parte del valor de una firma de Wall Street se basa en su amplia red de capital intangible, humano. Esta fuerza de trabajo se mueve por incentivos. ¿Cuánto valor de franquicia se perderá durante el proceso de nacionalización?

Asumamos que esto se consigue organizar y que el gobierno copia prácticas de empleo de otros lugares en otras firmas. Pero entonces, contando con la protección del gobierno por la custodia, ¿quién va a evitar que la LCFI haga demasiados préstamos arriesgados? Tendrán una ventaja competitiva sobre bancos solventes, aunque con menos apoyo. Este tema se ha planteado recientemente con otras instituciones apoyadas por el gobierno. Desde luego, se ha planteado la cuestión de que AIG y Northern Rock, por citar sólo dos, han aventajado a su competencia ofreciendo respectivamente seguros e hipotecas bastante más baratos.

Riesgo Moral. Nacionalización 3 a 2

Hay algo indecoroso en que los fondos gestionados compren la deuda de instituciones financieras bajo el supuesto de que tales compañías son demasiado grandes para dejarlas caer sin más. En teoría, estos fondos debieran ser los que impusieran disciplina de mercado sobre la conducta de las firmas financieras, sin empujarlas a ser más grandes y más insalubres.

Muchos han dicho que este no es el momento de ponerse a pensar en el riesgo moral. No estoy de acuerdo. Si rescatamos a los acreedores, entonces efectivamente hemos garantizado todas las deudas de las futuras instituciones financieras. Implícitamente hemos socializado nuestro sistema financiero privado.

Ciertamente es verdad que podemos instituir reformas regulatorias futuras que intenten dominar la conducta de las LCFIs. Pero esto será complejo y difícil de implantar contra la garantía implícita de “demasiado grande para dejarla caer”.

Por tanto, la nacionalización resuelve los principales problemas que tenemos por delante, es decir, el problema de los bancos “demasiado grandes para dejarlos quebrar” que son sistémicamente importantes. De un solo golpe, ya que los propietarios de deuda no asegurada senior de los bancos pierden cuando se nacionaliza, retorna la disciplina de mercado a todo el sector financiero.

De modo que los grandes bancos solventes tendrán que cambiar también su conducta, conduciendo con toda probabilidad a su propias desagregaciones y desconsolidaciones privadas y más eficientes. La reforma del riesgo sistémico en el sistema financiero puede ser más fácil de lo que pensamos.

III. Comentarios de conclusión

Definitivamente, navegamos entre un escollo y un acantilado. Pero la cuestión es ¿qué podemos hacer si un gran banco es insolvente? Algunas veces, la mejor manera de reparar una casa gravemente dañada es derribarla y reconstruirla. Irónicamente, la mejor oportunidad de tener un sistema bancario privado puede pasar por nacionalizar algunos de sus bancos. Sí, es arriesgado. Podría salir mal. Pero es el camino más seguro para evitar una “década perdida” como en Japón.

IV. Estudio de Caso: Suecia (1)

Se ha citado con frecuencia a Suecia como un modelo de “nacionalización”. Aunque probablemente es una exageración, el modelo sueco en muchos sentidos es un modelo, en términos de los principios que plantea para manejar una crisis financiera. Dejando de lado los hechos obvios de que la economía sueca es mucho más pequeña y sus instituciones financieras mucho menos complejas, describir algunos hechos básicos es un ejercicio útil.

La distribución de activos dentro del sistema bancario sueco y USA era similar. Por ejemplo, mientras que Suecia tenía 500 bancos o así, el 90% de los activos se concentraban en sólo seis. En los USA, aunque hay más de 7.500 instituciones, la mayoría de los activos se concentran en los mayores 15 o así.

El boom crediticio e inmobiliario sueco a finales de los 80 refleja de cerca el boom USA similar, anterior a la crisis actual. Incluso se desarrolló de manera similar un “sistema bancario en la sombra” durante ambos períodos: en Suecia, empresas sin regular que financiaban sus operaciones vía papel comercial mientras que en los USA, Vehículos de Propósito Especial (SPVs) sin regular, vía papel comercial respaldado por activos (ABCP). Cuando la burbuja comenzó a pinchar, hubo también repentinos colapsos en estos mercados mientras unas pocas de estas compañías y SPVs comenzaban a caer (2). En última instancia, la financiación regresó a los bancos, llevándoles a tener grandes exposiciones al mercado inmobiliario.

Mientras las condiciones empeoraban en 1991, el gobierno sueco forzó a los bancos a asentar sus pérdidas y les requirió que consiguieran más capital, o en otro caso serían reestructurados por el gobierno. De los seis grandes bancos, tres –Forsta Sparbanken, Nordbanken y Gota Bank- no pasaron la prueba. Uno recibió financiación y los otros dos, Nordbanken y Gota Bank, acabaron siendo nacionalizados.

Estos últimos dos bancos vieron sus activos separados en Bancos Buenos y Bancos Malos [o tóxicos: “Bad Banks”]. Los Bancos Buenos acabaron fusionándose un año después y vendidos al sector privado. Los créditos que iban mal se pusieron en bancos malos, llamados respectivamente Securum y Retrieva. Estos bancos fueron gestionados por empresas de gestión contratadas para despojar los activos de estos bancos de manera ordenada. (Requirió unos cuatro años).

Las principales lecciones de Suecia son relevantes, sin embargo, para la crisis actual:
1. Acción decisiva en términos de evaluar la solvencia de las instituciones financieras
2. Alguna forma de “nacionalización” de las firmas insolventes
3. Separación de estas firmas insolventes en buenas y malas, con la idea de reprivatizarlas
4. La gestión del proceso se delegó en profesionales, en lugar de en reguladores gubernamentales

La cuestión por supuesto es si la complejidad de las instituciones afecta a cómo deberían aplicarse estos principios en la crisis actual. La complejidad por sí misma no anula dichos principios.

El profesor Richardson es un colaborador en el proyecto de la Stern School of Business de la U.de NY “Restaurar la Estabilidad Financiera: cómo reparar un sistema fracasado”, John Wiley & Sons, Marzo de 2009.

Reflexión final: la senda de los dinosaurios
Tras la lectura del artículo de Richardson, nos haríamos una última pregunta y reflexión, a saber: los mega-bancos al estilo Citi o RBS ¿son una gran idea? ¿Sabía el lector que múltiples estudios han comprobado una y otra vez que a partir de cierto tamaño los grandes bancos no son más eficientes? Probablemente -al margen del posible halago para el ego de los implicados- el incentivo operativo para crear un megabanco no sería tanto la rentabilidad empresarial como las primas y bonificaciones que puedan recibir los gestores por conseguir tales operaciones de fusión y consolidación. De modo que nos estaríamos topando aquí -una vez más- con sistemas perversos de incentivos.

Considérese el siguiente texto de Adam S.Posen, un autor de referencia obligada para todo lo relacionado con la "década perdida japonesa" en su testimonio ante el Comité Económico Conjunto del Congreso USA de 26-feb-09:

En términos económicos, no hay una lógica evidente para animar a los bancos a ser tan grandes como sea posible. Años y años de investigación empírica por economistas bien entrenados, en los Estados Unidos y otros países, han sido incapaces de establecer evidencia robusta alguna de economías de escala o de alcance en los servicios bancarios. En otras palabras, los bancos no realizan sus funciones clave de manera más eficiente o barata cuando las producen en gran volumen, y los bancos no ganan sinergias rentables expandiendo su rango de servicios y productos... Había otra teoría razonable al efecto de que bancos máyores podrían ser capaces de diversificar sus riesgos en una cartera más amplia y más variada que los bancos pequeños, y por tanto serían más estables. Los acontecimientos de los últimos dos años en los Estados Unidos, el Reino Unido, Suiza y otras partes, así como los vistos en el sistema bancario altamente concentrado de Japón en los 90, no obstante, rechazan esa hipótesis de manera bastante dramática, al igual que lo hacen estudios econométricos más formales...

Visto lo cual, la cuestión es obligada: ¿acaso resulta aceptable tener en la picota a los contribuyentes y a la economía mundial en su conjunto porque algunos bancos son "demasiado grandes para dejarlos caer sin más" y se han cargado hasta las cejas de CDSs e inventos similares?

Se aborde como se aborde la situación actual, parece evidente que habría que ir considerando la extinción de los dinosaurios, o al menos gestionar sus peligros. No necesariamente hay que entrar a regular y prohibir tamaños específicos. Podemos ser más perspicaces.

Parece ser que va prosperando la -brillante- idea de las provisiones anticíclicas del Banco de España. Una extensión natural de ese mismo principio la propusieron Pedersen y Roubini el pasado 30 de enero. En esencia, se trataría de adoptar lo que podríamos llamar provisiones anticíclicas por riesgo sistémico. Que en román paladino sería algo como: "¿Quiere vd. ser grande, sistémicamente grande? OK, ningún inconveniente. Pero entonces aprovisione. Aprovisione vd. en proporción a su riesgo sistémico, porque sucede que si vd. se equivoca gravemente en su gestión, nos pone toda la economía en la picota".

Si las finanzas son "el corazón del sistema" entonces, como dirían cardiólogos y poetas, con el corazón no se juega.

lunes, 23 de febrero de 2009

Geithner nos desconstruye a nosostros

Test de Roscharch Financiero
¿Nos mira desde arriba? ¿Y quién es?
¿El Estado mirando a los directivos y accionistas bancarios?
¿O éstos mirando a los contribuyentes
?



Vamos directamente a la conclusión, luego presentamos los indicios y argumentos:

aunque podría tenerse la impresión de que todo está a punto, mejor no apostar excesivamente por una nacionalización-receivership inmediata de los grandes bancos USA. Más bien al contrario.

Lo cierto es que, como sugirió Krugman, la conferencia de Geithner sobre sus planes bancarios fue un "mensaje Roscharch": cada cual podía proyectar en él lo que deseaba ver. Hartos de la impresión de estar haciendo vudú inútil con bancos zombis usando el dinero del contribuyente, parece que lo que muchos han proyectado en ese Roscharch es "nacionalización inminente".

Y es cierto que en sentido estricto Geithner no cerró la puerta a una nacionalización. Pero consideremos algunos indicios y argumentos que apuntan a que su inmediatez y transparencia no está nada claras:

1. Declaraciones y filtraciones a la prensa

De la CNBC, citando un funcionario anónimo de alto nivel (vía Calculated Risk):
“Creo que el mercado no se está dando cuenta de que el objeto final de este proceso es mostrar que los bancos tienen suficiente capital incluso para escenarios peores de los que estamos imaginando ahora y mostrar que hay un programa en marcha para dar acceso a capital a los bancos, si lo necesitan".
Con razón o sin ella, la CNBC ha cobrado fama de ser un canal preferente para filtrar noticias. El viernes ya tuvimos las declaraciones del Secretario de Prensa de la Casa Blanca favoreciendo la propiedad privada de los bancos.
Permítanme asegurarles lo mejor que pueda ... esta administración sigue creyendo firmemente que un sistema bancario de propiedad privada es la manera correcta de hacer las cosas, asegurándose de que están suficientemente regulados por este gobierno. Esa ha sido nuestra convicción durante bastante tiempo y seguimos manteniéndola.
La cual fue también un elegante ejemplo de declaración política "Roscharch", ya que los bancos serán privados eventualmente, con nacionalización-receivership o sin ella. De modo que el secretario nos asegura que OK, en la administración Obama no son unos colectivistas. Celebramos saberlo. Pero en el fondo el portavoz ni confirma ni descarta nada sobre una nacionalización y posterior reprivatización.

Por consiguiente, la filtración a la CNBC tiene todo el aspecto de complementar informalmente al portavoz oficial. Obviamente, sería peliagudo decir abiertamente que las decisiones ya están tomadas antes incluso de realizar las pruebas de resistencia ["stress test"]. Pero es la típica información complementaria que sí que se puede filtrar extraoficialmente.

2. Los stress tests bancarios podrían ser muy limitados

Otra línea de argumentación es que los stress tests -simulaciones por ordenador de qué les sucede a los balances en escenarios económicos extremos como aumento del paro aún mayor de lo esperado etc- son muy sospechosos de insuficiencia.
  • Yves Smith, la gestora de la bitácora Naked Capitalism, ha hecho trabajos de consultoría para grandes clientes, incluyendo grandes bancos, incluyendo Citi, y le pareció que estaban usando muy poco personal: "A primeros de los 90, cuando Citi casi quebró, hubo 160 inspectores trabajando SOLAMENTE en su cartera de hipotecas comerciales". [... y la prensa informa ahora de cifras similares para todos los activos en todos los bancos examinados]
  • Yves consultó con el casi legendario inspector bancario y supervisor de inspectores Mr.William Black (Durante la crisis financiera de los 90 estuvo envuelto en guerras casi propias de Dashiell Hammett, enfrentado a la mafia de cuello blanco de Lincoln S&L). Ambos saben, pues, de lo que hablan, y coinciden 110%: el centenar largo de inspectores de los que se viene hablando es una fuerza laboral tremendamente insuficiente y con casi total seguridad poco cualificada para evaluar concienzudamente la situación de un complejo gigante como Citi y otros. De modo que los stress test, en el mejor de los casos, podrían ser análisis relativamente superficiales.
3. Mejor todo en un solo golpe

En entrevista al WSJ (via RGE Monitor) Roubini apuntaba algo relevante para esta cuestión:
"Pienso que vamos a ver adoptar esa política [de nacionalizar y reprivatizar] en los próximos meses... en seis meses o así". "¿Tanto? le pregunto" "De aquí a seis meses", contesta, "incluso los bancos que hoy parecen solventes van a parecer insolventes. La mayor parte de los grandes bancos -casi todos ellos- van a parecer insolventes. En cuyo caso, si los nacionalizas todos a la vez, haces menos daño que si hubieras nacionalizado un par de ellos ahora, creando mucha confusión, pánico y nervios".
Conclusión
No deberíamos dar demasiado por descontado que habrá nacionalización inminente de los grandes bancos USA. Hay muchas bazas de que no va a ser así, o al menos no todavía. Esta conclusión no entra a valorar si tal demora sería acertada o equivocada, e independiente de si estamos de acuerdo o en desacuerdo con ella. De hecho, si los stress tests salen favorables, ello a su vez puede suponer una "prueba de resistencia" para la administración Obama. Por lo que puede leerse por ahí, los ciudadanos norteamericanos están al límite de su paciencia con respecto a seguir haciendo vudú con bancos zombis y directivos que ya caen mal, usando además el dinero de sus impuestos.

El primer análisis que adelantamos sobre los planes bancarios de Geithner esencialmente sigue vigente: no se cierra en ningún momento la puerta a dar ese paso. Pero para mejor o para peor, eso no significa ni mucho menos que sea inmediato.

Postdata terminológica
El debate norteamericano sobre el término "nacionalización" en un primer momento puede despertar alguna sonrisa divertida fuera de USA, y en cierto modo con razón. Pero también hay una dimensión seria: no es lo mismo una nacionalización en se que expropia una empresa con carácter indefinido -muy indefinido más bien- que una nacionalización en la que hay intención de limpiar balance y reprivatizar lo antes posible. No son el mismo fenómeno económico, pero se les llama igual, y los americanos tienen un punto de razón en debatir -también con cierta dosis de guasa, desde luego- si deberíamos llamarlos igual.

Entrada anterior: Deconstruyendo a Geithner

martes, 17 de febrero de 2009

La exposición bancaria europea a emergentes

Se habla mucho de la exposición de los bancos europeos a las economías emergentes, en general,. Y de los bancos austriacos, españoles y británicos en particular por su exposición, respectivamente, a Europa Oriental, Latinoamérica y Asia. Periódicos y bitácoras afirman que "están hasta los ojos" en esas zonas.

Pese al indudable valor literario de dicha expresión, puede ser interesante cuantificarla para hacerse una idea más precisa de la situación. En particular, nos interesa contrastar alguna información en el sentido de que el riesgo más elevado estaba en el eje Europa Oriental-Austria.

Destino de los créditos

Consideraremos los créditos concedidos a las siguientes zonas:
  • Europa Oriental
  • Asia-Pacífico
  • Latinoamérica
  • Africa y Oriente Medio
Según el BIS, a jun-08 se habían concedido a estas zonas un total de $4,88 Billones. De estos, un 74% ($3,6 Bills) procedían de bancos europeos, distribuidos tal y como puede verse en el primer gráfico.

Una mayoría, casi la mitad, se concedieron a Europa Oriental. Tras esta zona, una cantidad parecida se repartía casi a partes iguales entre Asia-Pacífico y Latinoamérica.



Origen de los créditos (paises de origen de los bancos acreedores)

En el segundo gráfico se recogen datos sobre un conjunto de bancos acreedores según su país de origen. Los países elegidos representan el 82% de todos los créditos bancarios europeos. Las barras representan qué porción supone cada zona sobre toda la exposición externa en cada país.

Por decirlo de otro modo, de este gráfico se han eliminado los créditos de bancos europeos a USA, Europa occidental, Australia etc, y que suponen el grueso de créditos externos hasta el 100%. Sólo quedan las exposiciones a emergentes.


Como puede apreciarse, el país con el problema principal es Austria por la exposición de sus bancos a Europa Oriental, que supone casi un 50% de toda la exposición exterior de sus bancos. En cuanto a Europa Oriental, Suecia e Italia también presentan porciones de cierta magnitud. Recordemos que esta zona era el principal destino de créditos europeos a emergentes.

El siguiente país que destaca por su "concentración" crediticia es España por la exposición de sus bancos a América Latina, y que supone en torno a un 25% de toda su exposición al exterior. Holanda y Reino Unido presentan exposiciones relativamente pequeñas a dicha zona. Recordemos que los créditos europeos totales destinados a Latinoamérica suman aproximadamente la mitad que los destinados a Europa Oriental.

En tercer lugar, aparece la exposición de los bancos británicos a las economías emergentes asiáticas, comparativamente menor.


Por tanto, según los datos, las informaciones sobre un mayor riesgo emergente desde el Este que desde el Oeste parecen ser ciertas. La vulnerabilidad de los bancos austriacos a Europa Oriental es mayor que la de los bancos españoles a Latinoamérica.


Fuente:
Bank of International Settlements (fichero CSV)
www.bis.org
Gráficos de elaboración propia

Artículos anteriores relacionados:
Por donde podría llegar el "Crash 2.008 Reloaded" oct-08 (*)
Un vistazo general (ver "Riesgo Soberano") ene-09

(*) En aquella entrada se dió erróneamente $4,7 Bills como el total a Europa Oriental; en realidad ese sería el total concedido a emergentes, de los cuales $1,6 Bills específicamente a E.Oriental.

lunes, 16 de febrero de 2009

Beneficios S&P500 1870-2009 y escenarios

Contenidos:
Beneficios S&P500 1870-2009
Escenarios
Series Históricas de Robert Shiller
Datos de Standard & Poors

Sin perjuicio de que en el muy corto plazo las bolsas rompan mínimos o bien pueda manterse un rebote alcista, veamos qué escenarios a medio-largo plazo sugieren los fundamentales.

Beneficios S&P500 1870-2009

El siguiente gráfico de Richard Bronson da una idea de la magnitud en la caída de los beneficios empresariales en las 500 empresas USA del índice S&P.

En un interesante ejercicio de aplicar análisis técnico a datos fundamentales, obsérvese la grave ruptura bajista de canal y línea de tendencia alcistas de largo plazo que ha tenido lugar recientemente.



Bronson Capital Markets Research
http://www.financialsense.com/editorials/bronson/main.html
Original elaborado por Richard Bronson, publicado con permiso (pinchar para ampliar)


El cuadro de texto de la izquierda es una reflexión desde una perspectiva obviamente liberal argumentando el papel perjudicial de la intervención pública (sus cifras sin duda merecerían investigación y reflexión aparte, pero nos centraremos en los BPA empresariales).

En los cuadros de texto de la derecha se dan datos sobre las tres últimas caídas. Además se muestra cómo las ratios PER están en niveles sorprendentemente altos. El significado de esos niveles es muy directo: iniciar un nuevo mercado alcista saludable desde un S&P500 en niveles de 800 es inverosímil.

Recordemos: los humanoides exageramos al alza y exageramos a la baja. Salvo que los beneficios se recuperen repentinamente por encima de previsiones de analistas (algo que tampoco es totalmente imposible), sería más razonable un análisis como el que hace D.Rosemberg de Merrill Lynch, comentado por John Mauldin en
Tiempo para darse un Baño de Realismo:

La semana pasada dije que las estimaciones "as reported" para 2009 en el S&P 500 irían a la baja. Cuando escribí aquel boletín, los beneficios 2008 habían caído a $29.57. Ahora han bajado hasta $28.60. Uno de mis analistas favoritos es David Rosenberg de Merrill Lynch. Ha recortado su pronóstico para los beneficios as reported 2009 hasta $28. Eso sitúa el PER del S&P500 en x30.

También proyecta beneficios "operativos" de $55 para 2010. Y, como escribe hoy:

"Para quienes buscan alguna referencia consoladora, al menos vamos a tener un mínimo más bajo desde el que rebotar. Aplicando un múltiplo típico de recesiones de x12 contra una estimación de beneficios de $55 implicaría un mínimo final de 666 en el S&P 500, probablemente para octubre si nuestra estimación del momento final de la recesión oficial es correcta".

Eso es un 20% de caída desde el cierre de hoy en 829. Eso no es lo que escucharán de sus gestores "bajistas" que desean que invierta en sus fondos mutuos y programas de gestión sólo-largos.

También señalé antes el problema con el resto del mundo. El 40% de los beneficios para el S&P 500 vienen de fuera de los USA. Es difícil ver cómo esos beneficios no se van a ver profundamente afectados. Permítanme reiterar mi constante aviso: este no es un mercado en el que comprar y mantener desde el nivel de hoy. Sencillamente es un entorno económico y de beneficios demasiado precario.

Dada la probable continuación de malas noticias desde valores financieros y consumidores junto con las deprimentes noticias sobre pérdidas bancarias que están por llegar, ¿por qué arriesgarse?
Escenarios

Pero mantener la postura bajista es casi consenso y un 20% no está ya tan lejos. Quizás va siendo oportuno esbozar posibles escenarios de evolución desde esos mínimos. A grandes rasgos, tendríamos:
  1. Un peor escenario que podría darse si no se ataja la hemorragia financiera ni las medidas de política fiscal funcionaran, abandonando la Ronda de Doha y en lugar de ello asistiendo a crecientes guerras comerciales proteccionistas. Un escenario obvio del que ya se están dando algunos síntomas.
  2. Una evolución débil y prolongada a la japonesa (la década de "Muddle Through" que Mauldin viene anticipando desde al menos 2003) sería otro escenario más o menos obvio.
  3. Una recuperación vigorosa tras hacer nuevos mínimos, en cambio, resulta algo bastante menos obvio, o al menos es una posibilidad que apenas aparece en el radar de la mayoría de analistas. Y sin embargo, no es totalmente inverosímil si se adoptaran medidas urgentes, enérgicas y eficaces. Precisamente por su valor contrario y minoritario vale la pena anotar algunas pistas en este sentido. Jeremy Siegel presenta una argumentación alcista basada igualmente en las series históricas de Shiller y en el hecho de que desde los 80 las empresas reparten menos dividendo. Un punto de vista que merece considerarse, especialmente en conjunción con las reflexiones del profesor del MIT Ricardo Caballero [1] [2]. En esencia, para que se desarrollara este escenario todo pasaría por erradicar enérgicamente la incertidumbre generalizada, antes de que los deterioros en la economía real y el comercio internacional sean ya irreversibles. Aún así, parece difícil seguir una ruta como esta mientras corporaciones y hogares no digieran mínimamente los recientes atracones de deuda. Recordemos que esta es una recesión de etiología financiera, o recesión de balances. Parece más razonable esperar un período débil según el escenario 2 pero, con suerte, más breve que la experiencia del 29 o la japonesa y del que podría preveerse.

Series Históricas de Robert Shiller(*)
Enlace a su página de Datos en Línea
Enlace a series históricas de datos (XLS)

Datos de Standard & Poors
Las últimas proyecciones de beneficios se obtienen de Standard & Poors

(hoja ESTIMATES&PE, serie "as reported").
Descarga de los datos S&P (XLS)

(*)
El profesor
Robert Shiller (U.de Yale) es bien conocido por los datos sobre confianza del consumidor y precios inmobiliarios.
  • En 1981 cuestiona la Hipótesis del Mercado Eficiente desde las finanzas conductuales (Behavioral Economics or finances), perspectiva que ganaría preeminencia tras el crash del 87.
  • Su libro Exhuberancia Irracional advirtiendo sobre la burbuja en los precios bursátiles se publicó justamente en marzo de 2000 (techo en el Nasdaq).
  • En la segunda edición (2005) advertía sobre la burbuja inmobiliaria USA, que pincharía un año después. De aquel libro es esta ilustración de dominio público sobre la burbuja norteamericana:


Parece evidente que tras las burbujas inmobiliarias en USA, Reino Unido, España y otros lugares, incluso si se desarrollara el escenario 3 apuntado más arriba, el ladrillo quizás no sea la inversión estrella.


jueves, 12 de febrero de 2009

Deconstruyendo a Geithner

Nube de Palabras del Plan de Geithner. Barry Ritholz, The Big Picture

Paul Krugman ("El plan de Roscharch") y Blue Sun (en Marginal Revolution) dan versiones de la siguiente broma, al hilo de la conferencia de Geithner.
Pregunta:
¿Qué tienes si cruzas un Don de la Mafia con un semiótico?

Respuesta:
Un Padrino que te hace una oferta que no podrás descifrar

Igualmente, alguien me contó -no estoy seguro de si es chiste o anécdota real- el caso de unas oficinas en Cataluña de cierta empresa. Se supone que por despiste enviaron por fax a sus colegas en adalucía un soberbio informe... en catalán. Los andaluces, lógicamente, decidieron devolver la cortesía contestando en andaluz cerrado. Algo del estilo de:

"Quillo, noh já sío una jartá difísi entendé vuestro fá, pero..."

Pues eso. "Geithner, quillo, noh já sío una jartá difísi dentendé" el plan ese tuyo para los bancos.

Tras consultar varias fuentes igual de asombradas, por fin nos pareció que Brad DeLong había extraído unas primeras conclusiones que podrían tener sentido.


Brad DeLong
Breves Notas sobre el Plan de Rescate Financiero de Geithner.

Seleccionamos los puntos que parecen más relevantes:
  • Se le llama el Plan Geithner, no el Plan Obama, distanciando así al presidente de la propuesta

  • Lo cual se ve reforzado por las filtraciones de Axelrod a Labaton y Andrews [reporteros del NYTimes] pintando a Geithner como el amante superviviente de Wall Street... y la persona a la que culpar si las cosas se tuercen.

  • No es nuevo dinero, sólo es la segunda parte del TARP del pasado otoño: $350 mil Mills.

  • Es un intento de aplancar el dinero TARP -via la Fed y el sector privado- tanto como sea posible.

  • Pero Geithner dijo esto no es todo, que si el dinero TARP se gasta y si los bancos aún así no pasan sus pruebas de resistencia [stress tests], ¿entonces qué?...

  • El plan no cierra la puerta a un posible modelo sueco [nacionalización de los grandes bancos], en lugar de ello es un intento de usar el dinero TARP para evitar la necesidad de adoptar el modelo sueco.


A Krugman también le ha sío una jartá difísi entenderlo, pero considera que el discurso de Geithner podría ser un "caballo de Troya" preparando el terreno a una posible nacionalización.

Por cierto, haciendo un inciso: los pajaritos lo hacen, las abejas lo hacen, los suecos lo hacen, los españoles lo hacen... los estadounidenses no lo hacen. Bueno, sí lo hacen pero lo llaman de otra manera (Receivership). De hecho, todo el problema se centra en los cuatro grandes bancos, porque varios bancos regionales USA ya han quedado en "Receivership".


Nouriel Roubini descifra algo bastante parececido, o al menos consistente con los anteriores:

Es hora de nacionalizar los sistemas bancarios insolventes
RGE - Monitor

De modo que ¿porqué el gobierno USA está demorando y evitando hacer lo correcto, es decir, hacerse cargo de os bancos insolventes? Hay dos motivos. Primero, aún hay una pequeña esperanza y una pequeña probabilidad de que la economía se recuperará antes de lo esperado [...] Segundo, hacerse cargo de los bancos -llámese nacionalización o, de manera políticamente más correcta, "receivership"- es una acción radical que requiere que la mayoría de los bancos estén claramente en una situación obvia e inaceptablemente insolvente. Hoy Citi y Bank of America parecen obviamente cerca de la insolvencia y preparados para ello, pero JPMorgan y Wells Fargo aún no. Sin embargo [...] en cuestión de seis a doce meses, incluso JPMorgan y Wells probablemente quedarán cercanos a la insolvencia.

Desperdiciar otros 6-12 meses para hacer lo correcto puede ser un error, pero las restricciones políticas que enfrenta la nueva administración -y un resto de pequeña probabilidad de que la estrategia actual pueda funcionar por algún milagro o golpe de suerte- sugieren que hay que agotar el Plan A antes de pasar al Plan N. Desperdiciar otros 6-12 meses supone el riesgo de convertir una recesión en "U" en una recesión en "L" cercana a una depresión, pero en el momento presente el Plan N no es políticamente factible.

Sin embargo, con el gobierno forzando a Citi a desprenderse de sus unidades/activos y con el gobierno iniciando "pruebas de resistencia" [stress tests] para averiguar qué instituciones están tan masivamente infracapitalizadas que necesitan ser tomadas a cargo del FDIC, la administración está poniendo en práctica los pasos para una eventual y necesaria nacionalización de los bancos insolventes.

Puede esperarse un camino similar [...] en otros países, como el Reino Unido. [...La respuesta negativa del mercado a Geithner se debe a que...] se esperaba un plan más claro, pero también un plan que rescataría a los accionistas y los acreedores de bancos insolventes.

Si es así, entonces el mercado quiere un viaje gratis que no puede ser.

Pero no se puede decir así de claro. La "derecha" no lo aceptaría ahora, y la "izquierda" tampoco aceptaría aparecer como un ogro ansioso de nacionalizar empresas.

Supone correr un riesgo enorme. Pero las cosas como son.

Hacienda somos todos. Y los políticos... los políticos también somos todos.



lunes, 9 de febrero de 2009

Simplificando

Como sabemos, todos nos enfrentamos antes o después a las eternas preguntas trascendentales:
  • ¿de donde venimos?
  • ¿adonde vamos?
Y finalmente la más importante de todas...
  • ¿habrá cajeros automáticos allá? ¿y cómo funcionarán?

Sospecho que Forges ha filosofado profundamente sobre el particular.


Forges, El País 7-oct-08 - Beaucoup de chistes en www.forges.com
(C) Prisa.com para uso comercial

Simplificar la realidad tiene sus riesgos. Complicarla y enredarla también. Puesto que la masa y complejidad de información sobre la situación económica -no siempre fiable, como uno va descubriendo con el tiempo- tiende a ser desbordante, procedamos pues a pecar por el lado de la simplificación.

Recapitulando, ¿cual es el problema?:
  1. Una crisis en la economía financiera...
  2. ...que se extiende a la economía real
Y eso es todo.


Y recapitulando, ¿cuales son las soluciones?
  1. Saneas y recapitalizas la economía financiera...
  2. ... e impulsas la economía real
Y eso es todo.


Así planteado, recuerda un poco los "cuelgues" de ordenador: en caso de cuelgue, reiniciar finanzas, reiniciar actividad, recuperar lo que se pueda y a seguir produciendo. Y en este nivel de abstracción, esto es lo que hay, eso es todo.

Recapitulando, ¿por qué molestarse, en fin, en investigar todo esto?
  • Bien, hay un interés puramente intrínseco, curiosidad intelectual por comprender acontecimientos históricos y el mundo en que vivimos
  • Y también puede haber un interés más "extrínseco", a saber: si consigues definir a qué se parecerían las medidas realmente convincentes, las que pueden resolver y poner suelo a la crisis, entonces puedes organizar tu estrategia de inversión de acuerdo con ese conocimiento.
Se puede considerar este segundo punto como una forma de "análisis fundamental" con la que contrastar otras herramientas de análisis.


(Algo así como: "dígame qué decisiones están tomando los gobiernos sobre esos dos puntos y yo le diré si su "doble suelo", su "climax de ventas 90%-90%", sus indicadores de sobreventa, sus PER adelantados etc son más fiables o menos fiables").

Es decir, en teoría podríamos situarnos mejor en el mapa si:
  1. definimos cuales serían las "respuestas correctas" a la crisis financiera/real (criterios), y
  2. valoramos si los gobiernos se están acercando o alejando de las mismas (evaluación)
En buena parte, definir los criterios depende de la propia visión del mundo y la economía.

P.ej., si alguien cree seriamente en las tesis libertarias-austriacas-liquidacionistas, entonces lo que están haciendo los gobiernos nos conduce a la depresión económica más total. Porque para estos cualquier intervención pública siempre es a peor, lo mejor es no hacer nada, dar tiempo al libre mercado para que resuelva todo. En consecuencia, quien crea en esta perspectiva supongo que debería recurrir ya mismo al recurso último . El que cualquiera tenemos disponible en caso de fin de la civilización tal y como la conocemos. Esto es: ir mirando alguna parcelita fácilmente defendible y difícilmente accesible.

Ni que decir tiene, en este blog evaluamos la situación más bien desde lo que sería una realpolitik económica de consenso. Una perspectiva que esencialmente viene a ser la misma para la Fed, el BCE, el gobierno chino y prácticamente cualquier otra autoridad. Un punto de vista que asume:
  • para empezar, que se puede y se debe hacer algo; por cierto que resulta francamente curioso que la economía sea el único campo de actividad humana donde se defiende la actitud liberal radical, "no hagáis nada nunca, dejad siempre que la Naturaleza lo resuelva todo ella sola". En cualquier otro campo,esa es sólo una opción ocasional. Habitualmente se espera una "negociación" entre el humanoide y sus circunstancias.
  • en segundo lugar, sopesa las herramientas disponibles desde un punto de vista técnico y empírico, en lugar de usar argumentos ideo-lógicos (con frecuencia, más "ideo" que "lógicos")
  • en tercer lugar, específicamente, no se considera el "gasto público keynesiano" como algún diabólico invento bolchevique sino como una "medicina" más del vademecum; medicina que como todas las demás tiene sus indicaciones, contraindicaciones, modo de administración, efectos secundarios y demás.
Dicho todo lo cual: podríamos intentar evaluar detalladamente las medidas que se han ido adoptando hasta ahora, pero resultaría un tanto largo y complejo.

Y habíamos decidido ser pecadores simples.

Así que en lugar de ello haremos una evaluación global resumida. Y sería algo así como

"Progresa con ciertas dificultades; hablar con el tutor"

Si aceptamos esta evaluación del progreso hasta ahora, ¿donde nos deja esto con respecto a los mercados de valores, por ejemplo? Pues podríamos decir que esto es:
  • insuficiente para poner suelo final a la crisis
  • suficiente para, en ausencia de novedades graves, propiciar otro "inesperado" movimiento alcista, el cual:
    • probablemente agotaría el movimiento alcista desde los mínimos de oct-nov
    • sería el "movimiento ilógico" más lógico. Como dijo Granville, "Cuando algo es obvio para el público, obviamente es erróneo". Según el panorama macroeconómico lo racional sería bajar. (P.ej. ¡Por primera vez en la historia las empresas SP500 han dado resultados trimestrales negativos!) Por tanto, lo esperable es que la actual consolidación se rompa a la baja, y por tanto hay muchas papeletas para que el mercado haga justamente lo contrario
    • Dicho de otro modo, si finalmente rompe directamente por debajo, entonces vamos a tener motivos serios para preocuparnos
    • la justificación "racional" de un nuevo tramo de subida sería que los planes para "bancos tóxicos" y los "estímulos fiscales" adoptados hasta ahora han reducido notablemente la incertidumbre e inician la recuperación
Todo bonito y bien en esa justificación "racional". Sólo que nos parece que una evaluación más sobria y que todavía justifica la vigencia del ciclo bajista sería la siguiente:

  • que hasta el momento las medidas financieras, particularmente en USA, parecen poco decididas, sanean poco, no parece que vayan a dar confianza definitiva (aquí nos basamos en los precedentes históricos de 124 crisis estudiadas por el FMI). Desde luego otros observadores (ej. Yves Smith o Krugman) valoran los forcejeos financieros norteamericanos en términos bastante más irritados. Aunque en el caso británico se haya especulado con medidas más enérgicas, en general no parece que sobre este punto haya grandes diferencias en Europa.
  • que hasta el momento los estímulos a la economía parecen potentes pero prometen más de lo que son (aquí seguimos los siguientes análisis: Paul Krugman sobre el actual estímulo fiscal USA, Forbes sobre el actual estímulo fiscal chino, Posen 1998 y Kuttner y Posen 2002 sobre política fiscal en los 90 en Japón, FMI (Dic-08) sobre políticas fiscales en general).


Eppur si muove.

Y sin embargo, hay algún progreso. También hemos detectado algunos indicios de que en uno o ambos puntos se podrían acabar adoptando medidas más resolutivas en el futuro próximo.

Si alguien averigua lo de los cajeros automáticos, por favor que nos lo cuente a todos, gracias.

Destrucción de empleo USA

Anda circulando por ahí este gráfico de la oficina de la portavoz Nancy Pelosi:


La línea verde es la destrucción de empleo actual frente a 2000 (roja) y 1990 (azul).

Ese gráfico que contrasta con este otro, de la Fed de Minneapolis, que publicamos en entrada anterior [*].



El primero está en cifras absolutas, el segundo en porcentaje. Sospecho que en el segundo debe estar confirmándose ese "cruce de la media" bajista.

En la época Greenspan quizás se pasaron bajando tipos. Había recesión, en Japón una recesión deflacionaria, el temor a la Gran Depresión flotaba en el ambiente en USA y el IPC subestimaba la inflación.

Entonces quizás se pasaron, y ahora hay riesgo de que se queden cortos, según se van viendo recortes a un estímulo fiscal que ya de por sí no iba muy sobrado.

martes, 3 de febrero de 2009

Japón 2009 rivaliza con EE.UU. 1929

Indice de Producción Industrial y Ratio de Inventarios en Japón
Fuente: METI (XLS) Ministerio de Economía, Comercio e Industria japonés


Gráficos: pinchar para ampliar

La magnitud de la caída interanual puede variar según se use el índice original o el ajustado por estacionalidad (en enero el METI da -20,6% en el índice original).

En cualquier caso, la contracción podría constituir la peor caída
en producción industrial registrada jamás en cualquier país industrializado, incluyendo la Gran Depresión. Sólo en los últimos cuatro meses ha cubierto la mitad de la caída total en producción industrial en Estados Unidos en 1929... ¡durante tres años!.

Fuente: Alfred(R), Reserva Federal de St.Louis

Mientras tanto, el cruce ponderado del yen es quizás la divisa más fuerte del mundo. Lo cual empeora aún más la perspectiva para una economía tan dependiente de las exportaciones.

JPY - Yen (velas japonesas)
USD - US$ (línea superpuesta)
EUR - Euro (línea inferior)
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De hecho, la contracción observada probablemente no recoge aún la subida de la divisa debido a que ésta se manifiesta en las exportaciones con grandes retardos. Entretanto, con los tipos de interés prácticamente a cero, la capacidad de maniobra del Bank of Japan se ve muy mermada.

En cuanto a la economía financiera, los bancos japoneses se han mantenido bastante al margen de las titulizaciones anglosajonas. Pero tienen importantes participaciones industriales y con esta contracción sus balances también pierden solidez.


Enlaces relacionados
Naked Capitalism 2-feb-09 "Veneroso: Japan on the Edge of the Abyss"
Bourning Markets 25-oct-08 "Requiem por el carry-trade"

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