jueves, 9 de abril de 2009

¿Anticipan las bolsas el futuro?

Pues no. Al menos no siempre. Y es probable que en esta crisis no lo hagan.

Entrevista al profesor Nouriel Roubini del 31 de marzo, énfasis nuestro:

[...] Como nunca he sido un bajista perenne pese al mote de “Dr.Fatalidad” [Dr.Doom], seré el primero en señalar el suelo de esta grave recesión y el suelo del mercado bajista cuando vea evidencia sostenida de una recuperación robusta y consistente. Veo este último rally como otro rally de mercado bajista ya que durante los próximos meses las noticias serán peores de lo esperado por el consenso: noticias macro, sobre beneficios, financieras, suspensiones de pagos, de insolvencia de firmas financieras, etc. Fíjense en lo débil que estuvo el mercado de valores ayer cuando se esperaban noticias de que las Tres Grandes [automovilísticas de Detroit] y ello llevó a una caída del mercado del 3-4%. ¿Han prestado atención a Tim Geithner, que dice que algunos bancos necesitan “grandes cantidades de ayudas” y que ahora está presionando –como Bernanke- para una rápida aprobación por el Congreso de una ley que permitirá asumir el control de instituciones financieras sistémicamente importantes y holdings bancarios? Esta recuperación del mercado aún tiene unas patas muy endebles y las tendrá hasta que la recuperación económica USA y global realmente suceda y sea más robusta y sostenida.

La contracción económica sigue siendo muy grave: en la Eurozona y Japón no hay evidencia de “luz verde” o segundas derivadas positivas; y en USA y China tal evidencia sigue siendo muy débil. Así que los mercados e inversores se han adelantado mucho a las mejoras reales en los datos económicos. Y la idea de que los precios de las acciones descuentan el futuro y hacen suelo entre seis a nueve meses antes del final de la recesión es incorrecta. Primero, ya tuvimos seis rallies alcistas en mercado bajista y los precios de las acciones predijeron seis de las últimas cero recuperaciones económicas. Segundo, en 2001, una recesión breve y superficial de 8 meses había finalizado para noviembre, pero los precios de las acciones siguieron cayendo durante otros 16 meses hasta marzo de 2003 ya que la recuperación era débil, y la destrucción de empleo continuó hasta 2003, mientras las fuerzas deflacionarias controlaban el poder de precios en las empresas y limitaron la recuperación de los beneficios, y mientras las suspensiones de pagos corporativos se dispararon hasta el 13% de los bonos basura vivos. En esta ocasión la recesión será de al menos 24 meses –tres veces más prolongada y cinco veces más profunda en términos de contracción del PIB- que la de 2001. En esta ocasión las fuerzas deflacionarias son globales, no sólo en USA y Japón, ya que nos vemos en una recesión global grave; por tanto el poder de precios del sector corporativo y la recuperación de beneficios será débil con esas fuertes presiones deflacionarias globales. Esta vez tenemos la crisis peor crisis financiera y crisis bancaria desde la Gran Depresión mientras que en 2001 no había crisis bancaria. Esta vez tenemos la peor recesión inmobiliaria desde la Gran Depresión con precios de la vivienda destinados aún a caer otro 15-20% para una caída acumulada del 40-45%. En esta ocasión Moody’s pronostica que las tasas de suspensiones de pagos corporativos sobre los bonos basura alcanzarán un 20%, no el 13% de la recesión anterior. Así, la idea de que una recuperación USA y global débil con masivas presiones deflacionarias, una grave crisis financiera y masivas suspensiones de pagos corporativas pueda llevar a una recuperación robusta de beneficios y un rally de mercado alcista vigoroso y persistente en las acciones es completamente inverosímil.

Como he argumentado de manera consistente en otras ocasiones, el riesgo de una contracción en forma de L cercana a la depresión se vería significativamente reducido si se adoptaran actuaciones políticas agresivas. Y ese riesgo de una cuasi-depresión es ahora más bajo que 3 meses atrás, aunque no completamente descartable, ya que los gestores políticos en USA y globalmente finalmente han sentido temor de Dios y sacado toda la panoplia de armas políticas –bazokas, misiles, cohetes, artillería- de su arsenal y comenzado a usarlas más agresivamente
[...]



Por otro lado, ciertos indicadores técnicos sugieren que el rebote ha alcanzado ya un nivel de sobrecompra importante. Véase Trader's Narrative. En particular el 80% de de valores NYSE por encima de la media móvil de 50 y cómo ese nivel ha venido señalando durante el mercado bajista puntos de giro a la baja.

El actual rebote alcista en los mercados de valores podría interpretarse como la anticipación de una supuesta recuperación a finales de 2009. Pero tiene casi todas las probabilidades en contra. Primero, porque el giro en la economía no se ve aún por ninguna parte. Y segundo, porque las bolsas no son tan sagaces como se considera. Por de pronto, las bolsas han subido mientras los seguros contra quiebra CDSs de los bancos USA están marcando nuevos máximos. Eso no demuestra una gran sagacidad.

Los recientes acuerdos del G20 fueron positivos, pero no tanto, ni tan pronto. Nos conformaríamos de sobra con que eviten una depresión global prolongada y profunda, p.ej. evitando agravamientos desde las economías emergentes (defaults, crisis de divisas...). No es poca cosa, no faltan dificultades en el horizonte como para añadir algo así. Y las políticas (financiera, monetaria, fiscal) aún han de proseguir su proceso, con toda probabilidad aumentándose, y aún así requieren tiempo para ejercer efecto.

De modo que al rebote se le respeta mientras no demuestre lo contrario. Pero sabiendo que sólo es eso, otro rebote.

miércoles, 8 de abril de 2009

Historia de Dos Depresiones (Eichengreen & O'Rourke)

Si al comparar la crisis actual con la Gran Depresión no nos limitamos a USA sino que observamos la economía global, vemos que el ritmo actual de destrucción económica es peor que en 1929. Verbi gratia, la destrucción actual del comercio mundial es más acelerada:

Con datos como éste, los profesores Eichengreen y O'Rourke nos muestran que, cuando la comparación no se limita a USA sino que se considera la economía global:

  1. la caída en la economía global va peor que en el 29.
  2. la respuesta política a la crisis va mejor que en el 29

This article first appeared in English on www.VoxEU.org. Translated and reproduced with permission.
Artículo publicado en primer lugar en ingles en www.VoxEU.org. Traducido y reproducido con permiso.


Algunas comparaciones que se citan con frecuencia –y que se centran sólo en los USA- concluyen que la crisis actual es menos grave que la Gran Depresión. En esta columna, dos historiadores económicos prominentes muestran que la economía mundial se está desplomando ahora de un modo similar a una Gran Depresión; de hecho, la producción industrial mundial, el comercio y los mercados de valores se están hundiendo más rápido ahora que durante el período 1929-1930. Afortunadamente, la respuesta política hasta la fecha es mucho mejor.


Historia de Dos Depresiones - Eichengreen ORourke

viernes, 3 de abril de 2009

G20: bye, bye, depresión global

Declaración del G20 en español (PDF)


Sin duda que mostrarse cínico y cicatero en la valoración del G20 sería mucho más fácil, más mediático, más popular.

Seamos impopulares.

La reunión del G20 ha sido un avance importante en términos absolutos, y enorme en términos relativos. Quizás porque estamos tan acostumbrados a que las cumbres internacionales nos decepcionen, la valoración de esta debería ser positiva.

Por de pronto, en este momento ya sí es verosímil que pueda evitarse una depresión global. Sólo eso ya sería suficiente avance.

También aumentan las probabilidades de cumplir las previsiones de recuperación para 2010. Tomando como referencia crisis anteriores comparables, conseguirlo en esos plazos sería toda una proeza colectiva. No es imposible. Podría conseguirse.

(De paso, conseguirlo en ese plazo supondría un fuerte respaldo al pragmatismo económico: la realpolitik de una economía mixta de "libre mercado supervisado" dispuesta a intervenir en caso necesario recurriendo a elementos "monetaristas" y/o "keynesianos" u otros, y presumiblemente con menos dogmatismos. Pero eso ya sería otra batalla).

Todo ello podría conseguirse, a condición de que mantengan firme ese rumbo sin relajarse antes de tiempo y que no surja alguna catástrofe inesperada.

No está mal. Veamos algunos detalles:

  • ante todo, la ampliación del FMI/IFIs que prácticamente nos sitúa en un estímulo fiscal global de $5 billones y aborda de frente los riesgos en las economías emergentes
  • apoyo a la financiación del comercio internacional, que afronta el serio problema de las cartas de pago de embarque
  • se universalizan las provisiones anticíclicas bancarias, ese invento bíblico reconsiderado en los 90 por el británico Mr.Quinn, implantado luego por el banco australiano Westpac y que finalmente hizo suyo el regulador de cierto país europeo... de cuyo nombre no logro acordarme. (Vaya, cómo le hubiera gustado a Hyman Minsky tener en cuenta esto y reflexionarlo detenidamente).
  • disposición a acabar con los sistemas de incentivos financieros cortoplacistas, lo cual es simplemente perspicaz. Y además es más acorde con el lado más constructivo del capitalismo
  • sentencia "el final de la era del secreto bancario" (paraísos fiscales); esto, más aún que todo lo demás, sí que invitaría a un saludable escepticismo. Pero podría tener sentido: hace falta mucho dinero para financiar todas estas políticas ¿por qué no pertrecharse a costa de los paraísos? Por otro lado, seguir sin hacer nada al respecto podría tener consecuencias incómodas, ya se ha visto en las calles de Londres. Tampoco nos engañemos, no será fácil, pero ahí queda planteado, ya se verá.
  • proteccionismo: no es que se hayan acordado sanciones especiales a los que incumplen, pero al menos habrá una supervisión y reporte trimestral por la WTO.

Un regulador sistémico global (FSB), ventas de oro FMI para conceder financiación en los países más pobres...

En conjunto, nada mal. Hubiera podido ir bastante peor.

Así las cosas, un problema que sigue candente es la limpieza de activos tóxicos para que las recapitalizaciones y estímulos fiscales puedan actuar con eficacia.

Y en este sentido, la principal "sombra" que sigue oscureciendo el paisaje sigue siendo la nacionalización de grandes entidades insolventes USA. Recordemos: Bernanke y Geithner recientemente pidieron "con urgencia" legislación para nacionalizar grandes entidades y los CDS bancarios USA han roto al alza los máximos del pasado octubre, por lo que incluso podría suceder antes de lo previsto. La relajación de la contabilidad mark-to-market no debería aportar gran cosa a esta situación. Y el plan Geithner puede lograr resolver el problema de poner algún precio creíble a los activos tóxicos, pero también es muy dudoso que logre mucho más.


Vía The Baseline Scenario 31-mar-09 (pinchar para ampliar)


Algunas nacionalizaciones temporales en el fondo deberían ser una noticia excelente que podría suponer el principio del fin del credit crunch, pero de entrada deberían asustar a muchos inversores. Esto le otorgaría muchas bazas para producir un climax bajista.

Independientemente de los movimientos a corto plazo en los mercados de valores, ahora comienza a ser posible concebir un suelo verosímil a la crisis. Antes de este punto, nada nos ofrecía la menor garantía.

Quedan baches por delante, sin duda. Habrá que ir siguiéndolos. Un punto débil de toda esta perspectiva es la perseverancia. Una hipótesis muy convincente sobre la "recesión dentro de la depresión" que sucedió en 1937 es que el presidente Roosevelt hizo caso a los que le pedían "sensatez" económica e intentó equilibrar el presupuesto antes de tiempo.

De modo que toda esta diligencia desplegada en el G20 podría relajarse prematuramente si comienzan a verse signos de recuperación. Esperemos que no suceda algo parecido.

En definitiva, después de todo, quizás no hay mal que por bien no venga. Así sea.

-oOo-

PS: Esto de decir en un blog algo abiertamente positivo de los políticos, sobre cualquier cosa, debe ser una rareza. Algo así como una forma postmoderna de contracultura ¿no? Pues dicho queda, y que conste en actas, aunque sin confundirlo con entusiasmo ciego. Queda mucho por hacer aún.

Apture


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